jueves, 23 de septiembre de 2010

El arquero que llora

Faltaba muy poco para el final del partido cuando el arquero de la Roma, Julio Sergio, salió lejos a cortar un peligroso avance del brasileño Eder, de Brescia, que ganaba 2-1. En la acción, el 1 se ganó la amarilla y, mucho más importante, una lesión en el tobillo derecho. De ahí en más, todo fue dolor y llanto bajo los tres palos. Una escena pocas veces vista en el fútbol.

Fue ayer, por la cuarta fecha del Calcio, con el reloj cerca de los noventa minutos. Tras el golpe, el arquero brasileño, muy dolorido y quizás preocupado por las consecuencias de la lesión, no pudo dejar la cancha: su equipo había realizado los tres cambios y no le quedó otra que aguantar.

Las imágenes que mostró la TV italiana son claras: un hombre con un tobillo vendado al máximo –bien podría ser confundido con un paquete, con una encomienda, de tanta cinta que le colocaron- que sufre bajo los tres palos y que llora sin consuelo mientras espera que el árbitro haga el pitazo final. Fueron cinco minutos de lágrimas y puro dolor.

Por la lesión, Julio Sergio estará fuera de las canchas un mes, ya que según informó hoy la Roma sufrió una distensión de ligamentos en el tobillo derecho. Se perderá el choque contra el Inter y contra el Cluj rumano, por la Champions League, entre otros encuentros.

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