Mientras el Gobierno de Cristina Kirchner pone trabas al acceso a Internet a los casi 1,5 millones de usuarios de Fibertel, el Gobierno de Chile tiene un gran objetivo por delante: que para el 2018 todos los chilenos tengan acceso a banda ancha.
Así lo explicó hoy el ministro chileno de Transporte y Telecomunicaciones, Felipe Morande. "La banda ancha es un elemento fundamental para el desarrollo de los países, es como la electricidad del siglo XXI. Y marca toda la diferencia respecto a la velocidad con la que avancemos en el desarrollo", dijo Morande a Efe.
El ministro hizo esas declaraciones antes de participar en la última jornada del seminario "Iberoamérica Invierte. Las empresas globales en el despegue económico", organizado por la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), que reúne desde ayer en Madrid a políticos y empresarios de la región.
"Queremos hacia fines de este periodo presidencial, en 2014, tener un 70 por ciento de hogares conectados y todas las escuelas del país, con lo que estaríamos más o menos en el promedio de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico)", explicó Morande.
"Y entonces hacia el 2018, queremos tener el cien por ciento cubierto. La meta: en 2018, todo el mundo conectado a banda ancha en Chile", subrayó Morande, quien puntualizó que su país cuenta actualmente con "una cobertura del orden del 35 al 40 por ciento de los hogares".
Optimista, Morande cree que se podría alcanzar antes la meta de 2018, debido a las inversiones que se están haciendo en ese sector en su país.
El responsable gubernamental indicó que el sector de las telecomunicaciones "es buenísimo" para invertir en toda América Latina y, especialmente, en Chile.
"En Chile en particular, estamos hablando de inversiones del orden de los 5.000 millones de dólares en cuatro años en un solo sector. Para un país de 17 millones de habitantes es mucha plata. Por tanto, va a ser un elemento dinamizador de toda la economía", recalcó Morande.
Además, recordó que Chile es el primer país del mundo que garantiza el principio de neutralidad de Internet, tras promulgar el pasado agosto una ley que vela por esa garantía.
"La idea esencial -aseguró- es dar garantías a las personas de que cuando accedan a Internet lo hagan sobre la base de un contrato donde las condiciones sean claras y resguarden su derecho de que lo que están comprando es verdaderamente lo que están obteniendo".
La ley también protege la "absoluta libertad de acceso a todos los contenidos disponibles en la red y que no hay ningún tipo de censura posible más allá de la que se pueda autoimponer una persona", agregó el ministro.
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