Voley=Argentina

Cuando la noche caía, aparecieron las primeras sonrisas del día. El traslado desde Reggio Calabria a Milán que se demoró más de la cuenta y la tensa espera en el lobby del hotel NH para conseguir las habitaciones habían modificado el humor del búnker argentino. Tras el almuerzo, los integrantes del plantel se retiraron a sus cuartos para poder recuperar horas de sueño. "No pude pegar un ojo", dijo uno de los jugadores, minutos antes de partir al Mediolanum Forun, para realizar el primer entrenamiento en esta ciudad.

Los jugadores de la Seleccion fueron bajando lentamente. Y se subieron al micro que los dejó en las afueras del estadio, donde tuvieron que aguardar quince minutos para poder ingresar. Es que adentro estaba trabajando Francia, el rival del próximo jueves. Recién cuando los organizadores dieron la orden, el plantel pisó el estadio. Durante el recambio, se vio al capitán Quiroga y al líbero Alexis González conversar con un par de jugadores franceses.

Blanco Costa se para en el medio. Es un soldado. No tiene muchos recursos, pero no lo pueden pasar. Solé y Crer la ven pasar. Van y vienen. Y Demián González, paradito en la izquierda, tira un centro para Quiroga. Casi gol del capitán. Faltó puntería. De Cecco corre en el medio, relata el partido y lo baja a Pereyra. ¿Y la amarilla? Y Conte se disfraza de Palermo. Anota un gol con un toque corto y unos minutos después despeja de cabeza en su área. "Gol gana", dicen de afuera. Alexis encara por la izquierda y le pega al arco. Hay una serie de rebotes. Algunos piden gol. No lo dan. Es empate. Y es, más que nada, el reencuentro con la alegría.